La UE implementa medidas para reducir el desperdicio de alimentos y residuos textiles en un 30% para 2030. Nuevas normativas exigen a los productores de textiles y alimentos adoptar prácticas sostenibles. La iniciativa busca disminuir el impacto ambiental y promover una economía circular en la que los recursos se reutilicen de manera eficiente. El sector de la moda y la industria alimentaria son los más afectados por estas nuevas regulaciones. Con estas iniciativas, la UE se compromete a fomentar una gestión más eficiente de los recursos y una reducción significativa de residuos.